El jamón ibérico es considerado un símbolo de la Marca España, podemos estar orgullosos de tener un producto de un sabor y olor únicos, con una elaboración que compagina a la perfección tradición e innovación. Un producto de gran calidad cuya elaboración podemos considerar un arte.
Estos animales son cuidados y mimados desde su nacimiento. Son criados al aire libre en las dehesas, donde se ejercitan. Así se consigue que el cerdo ibérico sea más musculado y que los jamones tengan ese color rojo con vetas blancas tan característico. Al igual que el entorno donde se cría el animal, la alimentación también es cuidada minuciosamente.